martes, 21 de junio de 2011

La libertad se encuentra en Cristo

Hay ofertas las cuales quieren apresar tu economia, Hay gente la
cual quiere encadenar tus proyectos, Hay preocupaciones las cuales
tienen como proposito cautivar la paz que Cristo te dio. Todos los días
hay situaciones, gente y adversidades que se levantan en contra tuya
con el simple objetivo de encadenarte de manera que te dejan inmovil,
paralizado y sin fuerzas para continuar adelante.
ciones, la depresion, deudas y muchas cosas mas te han
sujetado con cadenas hasta este dia de modo que te han imposibilitado
seguir haciendo aquello que Dios te llamo a hacer pero, hoy quiero
decirte de parte de Dios que es tiempo de que sueltes las ataduras que
te mantenian in
Quienes son aquellas personas a las cuales sigues atado hasta este
dia? Cuales son aquellos habitos y costumbres a los que todavia sigues
aferrado? De que o quien te has dejado encadenar?

Aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados,
sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban
la carcel. Hechos 12:6
Pedro fue apresado por los soldados romanos con el proposito de que no
continuara haciendo lo que Dios le habia encomendado a hacer; tal vez
gente, frustramovil porque ya Cristo las rompio.

Si Cristo pago por tu Liberacion, que motivo hay para que tu sigas
siendo esclavo de lo mismo? Hay mucha gente la cual tiene tiempo de
estar en los caminos de Dios pero, siguen aferrados a viejas ataduras,
siguen encadenados a un pasado que les tortura, a actividades que les
destruyen y lo mas triste de todo es que piensan que eso es llevar su
cruz.

Hoy es el dia en el cual debes levantarte y renunciar a toda
amistad, relacion, habito y costumbres que te mantenian atado a una
vida infertil, estancada y sin fruto. Mientras le sigas dando poder a
lo que te ata continuaras siendo esclavo de lo mismo de siempre pero,
en el momento que te determines a soltar las ataduras experimentaras la
Libertad de Cristo Jesus.

Recupera la gloria perdida

El Señor quiere que le pidas para darte y de esa forma recuperar la gloria que perdiste por el pecado.
Despojados por el pecado

Romanos 3:23 nos dice: por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.

Todos pecamos y por lo tanto hemos sido destituidos de la gloria de Dios. Destituir significa rebajar y degradar, quitar aquello que se poseía. Si te destituyen de tu cargo en la empresa donde trabajas significa que te quedarás sin nada de lo que tu puesto representaba.

La palabra gloria en el original significa esplendor, preeminencia, autoridad, riqueza, prosperidad, brillo y bendición. Comúnmente los cristianos hemos interpretado que la gloria de Dios se refiere únicamente a la nube o la unción del Espíritu Santo, pero es más que eso. La gloria se refiere a todo el esplendor de Dios que rodea su presencia.

Cuando Jesús fue tentado en el desierto, Satanás le mostró la gloria de las naciones que no era precisamente una nube. Lo que le mostró fueron las maravillas y prosperidad del mundo. La gloria de cada país está en sus riquezas y potencial. Guatemala puede ser gloriosa porque Dios la hizo tierra fértil y abundante, pero de nada sirve si no trabajamos para producir. Cuando se menciona la gloria del Imperio Romano, se habla de su dominio, autoridad y poder, no de algo sobrenatural que la cubría. De igual forma cuando se habla de la gloria de Dios, nos referimos a Su majestuosidad, prosperidad y riqueza.

Adán y Eva perdieron la gloria que tenían al vivir en el huerto del Edén donde había paz, salud, bienestar y vida eterna. Esta es la gloria que Dios diseñó para el ser humano, pero por el pecado se perdió. Toma conciencia de que el pecado te hace perder TODO.

Romanos 6:23 comparte: Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Cuando pecamos nos pasan dos tragedias: morimos espiritualmente y somos destituidos de la gloria de Dios. Si reconocemos y aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, si creemos que su sangre lava todo pecado, nacemos de nuevo a la vida eterna pero aún no recuperamos la gloria. El esplendor, preeminencia, autoridad y riqueza continúan perdidos. Jesús dijo que había venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. No es jactancia creernos salvos por la sangre del Cordero, es tener fe en la gracia de Dios. De igual manera, no es arrogante creer que es voluntad divina recuperar Su gloria.

Su gloria de vuelta

Juan 17: 5 – 7 nos revela: Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti.

Incluso Jesús pidió de vuelta la gloria que tenía. Aunque vivió con gloria en la tierra, tuvo que despojarse de aquella del cielo. Él no perdió su gloria por pecar como nosotros, la entregó para venir a la tierra a morir por nuestros pecados y ser obediente al Padre.

Para recuperar la gloria perdida debes pedirlo, así como Jesús lo hizo. Muchos piensan que pedir en la oración no es bueno, pero las Escrituras dicen lo contrario. Jesús insiste en que pidamos. Es más espiritual el que pide al Señor en oración que quien no lo hace, porque demuestra su confianza en el Padre. Además, pedir es glorificar el nombre del Señor ya que así confirmamos que todo lo que tenemos viene de Él, en el nombre de Jesús. No te disfraces de humilde, sólo los orgullosos se niegan a pedir. El humilde pide porque reconoce que alguien tiene algo que necesita y de esa forma da testimonio de que todo cuanto tiene proviene de la gracia de Dios.

Colosenses 2:13-15 dice: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Dios te dio vida cuando te perdonó y además despojó a los principados de aquello que te pertenece. Ahora solamente debes pedirle que te lo devuelva. Incluso la Biblia en Romanos 8:19 dice que la naturaleza misma gime esperando que los hijos de Dios se manifiesten con esplendor, brillo, autoridad, preeminencia, bienestar, bendición y salud para que retorne la gloria y al final, todo sea restaurado. Es un engaño creer que la gloria volverá cuando mueras y llegues al cielo. La historia del hombre empezó en la tierra, Jesús se sacrificó, murió, fue enterrado y resucitó en la tierra y es aquí donde desea restaurarte. El Señor quiere que pidas para poder levantar un pueblo glorioso en Su Nombre.

Para que tu gozo sea cumplido

Juan 16:20-24 dice: De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

La promesa es muy grande, el Señor desea verte gozoso. La Escritura pone como ejemplo el sufrimiento de la mujer durante el parto. Dar a luz es doloroso, pero la recompensa es tan grande que nada importa. Igual sucede con la tristeza que te inunda y puede convertirse en alegría. Es como si el Señor nos ofreciera una guía para ser feliz: Lo primero es pedir. Ese acto de humildad te da gozo. Lo segundo es la paz que brinda la esperanza de volver al Señor y lo tercero, que completa, tu gozo es recibir aquello que pediste. Recuerda, pide todo, porque has perdido todo y el Señor quiere dártelo todo.

En 1ra. de Juan 5:13-15 leemos: Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Puedes pedir cualquier cosa. No importa qué desees, pídelo, no te detengas a averiguar si es posible o no, si el Señor te lo concede sabrás que es bueno, si no lo hace, sabrás que no te convenía. Además debes saber hacerlo. Para recibir, primero reconoce que necesitas y luego pide en forma correcta. Pedir es confiar y comprender la dimensión de la restauración. La confianza se manifiesta pidiendo. Si no se pudiera pedir, la Palabra no lo anotaría junto a la vida eterna y el nombre de Jesús.

Lo que no puedes pedir

Santiago 4:2-3 dice: Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

Puedes pedir todo porque perdiste todo, excepto aquello que te haga pecar. No puedes pedir lo que te hizo perder cuanto tenías. Sería un error volver al mismo estado de tristeza y pérdida. Así que pide todo, cualquier cosa menos pecado.

Razones para pedir

Juan 14: 12-13 comparte: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Ya tenemos dos poderosas razones para pedir. La primera es obtener el gozo completo. La segunda es darle la gloria al Padre. Dios se glorifica cuando su pueblo le pide porque de esa forma puede devolverle lo que perdió. La glorificación del Padre en el Hijo está en pedir. El hijo pródigo es un buen ejemplo porque a pesar de su pecado, honró al padre y reconoció que si volvía arrepentido recuperaría todo lo que había perdido. Por el contrario, el otro hijo blasfemó reprochándole a su padre y tratándolo de injusto. Cuídate de no blasfemar con tu falta de humildad.

Mateo 6:8 relata: No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Pedir es reconocer nuestra necesidad. El Señor sabe lo que necesitas pero las Escrituras dicen que debes pedírselo. Dios no da solamente porque conoce tu necesidad, da porque le pides. No lo dudes, Dios te dará lo que necesitas si se lo pides.

Una vez caminaba con un hombre de Dios y un niño se le acercó a pedirle Q0.25. Él sacó billetes de mucho más valor y escogió una moneda de 0.25. Entonces una de las personas que nos acompañaban le preguntó porqué le dio tan poco, si tenía mucho más que darle. La respuesta fue: “le di lo que me pidió” y luego añadió: “igual es Dios, aunque tenga mucho que darte solo te dará lo que le pidas”.
Así que pídele cuanto necesites porque aquel que más pide a Dios, menos suplica a los hombres.

El Señor tiene vida eterna para darte, pídesela. Además, agradece la capacidad que te dio de pedir y obtener todo cuanto ansía tu corazón. Dile: “Señor dame la fe y humildad para reconocerte como padre generoso que espera escuchar y conceder mi petición" .

miércoles, 15 de junio de 2011

No estés triste

La sonrisa se borro de tu rostro, desde hace muchos días algo cambio, no sonríes mas, todo parece vacio, caminas como que no estuvieras despierto, haces tus cosas durante el día y pareciera que no hay mas vida en ti.

Sé que lo que te paso fue muy duro, no lo esperabas, es mas no te imaginaste que las cosas cambiarían de esta forma, se que tenias muchos planes a futuro y que todo esto vino a cambiar drásticamente tu visión de vida.

Hace un tiempo te veías feliz, sonreías, estabas seguro de todo, estabas agradecido de la vida y de las bendiciones que experimentabas, pero de pronto todo cambio, sin una explicación clara, las cosas ya no son como eran.

Una tristeza enorme ha inundado tu ser, tratas de salir de ella pero no puedes, quisieras sonreír, pero no hay razón para hacerlo, hay algunos sentimientos inexplicables dentro de ti, de esos que solo aparecen cuando en realidad no sabemos qué será de nuestra vida.

A veces piensas que todo esto es un sueño, que estas soñando, que no es la realidad, que es una pesadilla de la que pronto despertaras, pero al darte cuenta que no lo es, y que todo es la realidad esa tristeza aumenta en tu vida, de tal forma que no sientes ganas de nada y una profunda depresión esta asomándose con mucha fuerza.

Y es que a veces no hay palabras que puedan reanimarte, a veces no hay explicaciones lógicas a lo que experimentas, quisiéramos saber el porqué y él para que de eso, pero por alguna extraña razón en esos momentos pareciera que Dios enmudece y no hay una respuesta a todo.

Pueda que tú estés pasando un momento como esos, en donde la tristeza se ha apoderado de tu vida, por alguna situación imprevista, algo que cambio el rumbo de tus planes y ahora no encuentras una explicación a lo que paso, y aunque la buscas en este momento no la encuentras.

Y es que no es que no haya una explicación, sino mas bien, no es el momento de entenderlo, hay cosas que pasan en la vida y que son inexplicables para esos momentos en los que lo estamos experimentando, pero que con el tiempo todo estará claro y veremos que las cosas tenían que ser de esa manera.

Amado o Amada, no estés triste, se que duele, yo mismo he experimentado esos cambios bruscos de planes, sé que es tener “planeada” toda la vida y de pronto que todos los planes se vengan abajo, sé que es buscar una explicación a lo que está pasando y no encontrarla, pero también sé que Dios jamás se equivoca y la experiencia me dicta que al final era lo que tenía que pasar, porque Dios tenia mejores planes que los míos.

Ya no llores mas, tu mundo no se ha acabado, apenas está por comenzar, tu historia no ha finalizado, apenas comienza a tener sentido y aunque en este momento mis palabras no te den lo que necesitabas escuchar, tienes que estar seguro que Dios jamás pierde el control de tu vida y que El hará algo maravilloso para que al final tengas lo que Él consideraba que merecías; y estoy seguro que será lo mejor, porque Dios siempre tiene lo mejor para nosotros.

Aparentemente tu vida se puede encontrar sin un sentido, pero jamás debes de dudar que Dios es quien le da sentido a tu vida y que El lo tiene todo controlado.

Pueda que estés llorando y si gustas llora, disfruta de este momento de desierto o de silencio de Dios, porque después de esos momentos siempre aparece la respuesta perfecta, esa que no esperábamos pero que es la Dios siempre tuvo para ti.

Quizá lo veas todo nublado en este momento, quizá te sigas sintiendo triste, pero debes de saber que esa tristeza será momentánea, no durara toda la vida, que te hemos de ver sonriendo porque fuiste llamado para gozarte y ser feliz en el Señor y al final eso se cumplirá.

No este triste, regálale una sonrisa al Señor, limpia tu carita y eleva tu mirada al cielo y dile al Señor: “Yo sé que tú tienes el control de mi vida”.

A Dios nada se le escapa, Dios jamás se olvida de ti, El siempre está pendiente de tus necesidades, sabe cuál es tu capacidad de resistencia y por lo tanto esto que estas pasando, es algo que con su ayuda puedes superar.

“¿Por qué estoy desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y mi Dios!”

Salmos 42:11 (Nueva Traducción Viviente)

¡No este triste! ¡Dios te hará sonreír muy pronto!