Vemos en algunas partes de la Biblia la discusión que hacían los propios judíos de la persona de Jesus y las pretensiones absurdas de llamar Padre a Dios y a actuar en su Nombre. Es acusado de estar poseído por el demonio y le decían de estar a lado del diablo. Es acusado de ser samaritano, es decir, hereje. Discutían siempre del sentido de la Escritura y del significado de las obras y de sus palabras.