jueves, 9 de diciembre de 2021

JESUS RECHAZA LA HIPOCRESIA SOCIAL

En Palestina, cuando se celebraba una banquete en la casa de alguien, las puertas permanecían abiertas y podía entrar quien quisiera. Era una norma de hospitalidad típicamente oriental. Por eso algunos doctores de la ley logran preguntar a los discípulos sobre la actitud de Jesús. La pregunta que hacen suena como denuncia y acusación. Percibimos que ellos acusan a Jesús de violar la ley de la pureza. ¿Al fin se puede o no se puede comer con pecadores?. La ley religiosa (que también era la ley civil) decía claramente que no, por tanto, alguna pena estaba reservada para este acto. ¿Qué dice Jesús?¨Jesús al oír esto les dice: No necesitan médicos los sanos, sino los que se encuentran mal; no he venido a llamar justos, sino a pecadores¨. Jesús no trata de encontrar disculpas para justificarse ante la ley de la pureza. Al contrario muestra esa ley es hipócrita y cierra la posibilidad de salvación, precisamente para aquellos que necesitan de ella. lo que se puede hacer para el hombre no se deduce a partir de una ley abstracta, por mas santa que parezca, sino a partir del conocimiento de la necesidad concreta. La vida es traída y protegida en el acercamiento a los ¨enfermos¨, comprometiéndose con su situación y no aislándose en el ámbito de los ¨sanos¨, con miedo de ensuciarse. El vuelco esta hecho; para que la vida deseada por Dios llegue hasta los que necesiten de ella, es preciso el acercamiento y la solidaridad en sus necesidades concretas, acto que la ley de la pureza prohibía, y por tanto no traía salvación para los pecadores. Rompiendo con esa ley, es como Jesús se convierte en el portador de la vida y provoca la conversión.