jueves, 22 de septiembre de 2022

El recaudador de impuestos

En medio de la multitud, caminamos con Jesús y los discípulos a la orilla del mar de Galilea y el lago de Genesaret. Jesús enseña. ¿Enseña que? En el camino esta instalada una caseta para el cobro de impuestos exigidos por los romanos. En efecto, toda la Palestina esta bajo el dominio de Roma, que cobra una serie de tasas personales, colectivas, aduaneras, etc. Los recaudadores de impuestos tienen mala fama, pues ayudan al dominador a explotar el pías, y al mismo tiempo, cobran mas de lo debido y se embolsillan el resto. No todos roban, pero esa es la fama. Las autoridades de los judíos los matan como pecadores, pues son considerados impuros, tanto así, que recaudador de impuestos se volvió sinónimo de pecador publico. en la caseta esta sentado Levi, hijo de Alfeo. De repente se acerca Jesús y le dice: !Sígueme¡. Parece que Jesús tiene prisa por formar su grupo: llamar a un hombre de mala fama y pecador para que lo siga. ¿Nos pasmamos? Levi no. De la impresión de que eso era lo que el estaba esperando, se levanto y siguió a Jesús. Con esa rapidez de llamamiento y de seguimiento. Marcos nos advierte sobre la urgencia de que se instaure el nuevo orden. Pues bien, vamos en compañía de un hombre de mala fama, impuro, pecador.



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